miércoles, 25 de marzo de 2009

La mejor música clásica para bebés y niños (para ir a dormir)

Hace unos días llenamos nuestros oídos de maravillosas notas musicales con piezas de música clásica teóricamente estimulantes para que nuestros bebés y niños escuchen en los momentos de vigilia o juego.
Hoy les traigo las que en teoría deberían tener el efecto contrario, es decir, relajar, calmar y adormecer a nuestros bebés y niños.
Para que la música tenga este efecto con un mayor grado de éxito se recomienda que la futura mamá escuche de embarazada la música que luego le pondrá a su bebé ya nacido.
De esta manera se acostumbran los dos a una música determinada y el bebé, ya fuera de la barriga de mamá, evoca los recuerdos de los momentos en que flotaba en líquido amniótico al escuchar la misma música que entonces.
Brahms – Lullaby

Estaba claro que esta nana debía estar en esta recopilación. Es la canción de cuna por excelencia.
Chopin – Nocturno No. 2

Una de las piezas más hermosas que he escuchado en mi vida. Todo el mundo debería escucharla de vez en cuando para relajar su atareada vida. Para los bebés, fabulosa.
Beethoven – Claro de luna

Esta pieza te atrapa desde el principio, es bellísima y muy tranquila a la vez.
Mozart – Concierto para clarinete

Muy hermosa, formó parte de la BSO de Memorias de África.
Bach – “Air” Suite orquestal No. 3

Un clásico de la música clásica (valga la redundancia). Sin duda un lujo para nuestros tímpanos.
Beethoven – Para Elisa

Una de las más emblemáticas obras del autor que seguro conoces.
Pachelbel – Canon

Mítica, creo que poco más se puede decir de esta pieza. Mítica y repetitivamente preciosa.
Mozart – Concierto para piano no. 21

Muy bonita pieza. Quizás un pelín rápida (sólo un pelín) si nos balanceamos a su ritmo con nuestro bebé en brazos, pero en audición casi te hace levitar.
Beethoven – Sonata n. 8 en C menor

Como ves Beethoven es un artista de la música “relajante”, otra preciosa pieza.
Mozart – Concierto para piano No. 23

Hermosa composición del autor, un placer para los oídos.
Barber – Agnus Dei

Personalmente me encanta, de esas piezas llenas de emociones que te arrancan un “qué bonita”.
Bach – BWV 1042 – Segundo movimiento

Una preciosa composición de Bach.
Mozart – Concierto para violín No. 3 – Segundo movimiento

Un precioso adagio marca de la casa.
Albinoni – Adagio

Otra de esas piezas cargadas de emoción y sentimientos que te embargan desde el primer momento.
Y esto es todo. Seguro que me he dejado piezas preciosas. Es imposible abarcar la grandeza de la música clásica en dos entradas, así que me he quedado con las piezas más representativas o, simplemente, con las que me han parecido más adecuadas.

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